Un día muy de mañana un grupo de viajeros caminaban tan tranquilos por un camino, cuando de pronto aparece ante sus ojos un dragón. El animal era grande y púrpura. Tenía unas uñas muy largas y blancas.
-¡Oh mirad eso! dice la niña ausustada.
-Pero ¿qué es?
-Un dragón- dice el mago con razón.
Todos salieron corriendo a avisar al pueblo. Mientras el mago grita:
-¡Socorro! ¡Corred!
De pronto oyen una voz que dice:
-¡Eh ! Oíd chicos.
-¿Tenéis prisa? ¿Me podéis decir si por aquí se va al pueblo?
Todos miraron hacia atrás y observaron que el dragón era una simple escultura transportada por un hombre.
Mientras caminaban hacia el pueblo fueron hablando:
-¿Qué? ... una ... ¿Una simple escultura?- pregunta el mago asombrado.
-¿Eh? ...¡Oh! asíí ¿Por qué?
La niña se lo explicó todo.
-Nosotros pensábamos que era un dragón de verdad.
-¡Oh! ¿De veras?- pregunta el escultor entusiasmado.
¡Uhmm!... Me pregunto cómo lo habrá hecho.-piensa el mago.
Autora: Magdalena 4º B