martes, 27 de mayo de 2008

FINALISTA DE 4º -CONCURSO DE REDACCIÓN-



Era el martes 19 de julio de 1808 cuando de repente Noemi y Javier vieron una especie de máquina grande, era bastante vieja. Se la encontraron en el desván de casa de sus abuelos. Noemi y Javier entraron en la máquina, le dieron a un botón y viajaron a un sitio que ellos no conocían. Era el tiempo del día 19 de julio de 1808, cuando unos niños de ese tiempo se encontraron con Noemi y Javier.
-¡Hola! ¿Quiénes sois vosotros?- le dijeron los niños.
-¡Corred que ha empezado la batalla y nos atacan los franceses!
-¿Cómo puede ser?- le dijo Javier.
-¡Vamos a refugiarnos en aquella casa!.
Esa casa era la Ermita de la Limpia y Pura.
-¡Los españoles están luchando con los franceses!.
-Noemi ¿Por qué lloras?- le dijo Javier.
-Porque no quiero que nos pase nada.
-No te preocupes, esta casa está protegida por los españoles!- le dijeron.
Los niños se preocupaban; sus padres buscaban a Noemi y Javier. No los podían encontrar sus madres porque ellas no sabían nada de la máquina del tiempo.
Al poco rato se calmó la batalla. No oían nada.
Noemi y Javier se encontraban en su casa. Se quedaron sorprendidos. La máquina estaba en el desván. Habían vuelto como por arte de magia. Sus madres no sabían nada y a Noemi y Javier no se les olvidaría ese hermoso y emocionante día.
AUTORA: Ángela Moga Medrán 4º C

FINALISTA DE 4º -CONCURSO DE REDACCIÓN-


VIAJE AL PASADO

Era martes 19 de julio de 1808, caminaba yo por la calle El Santo. Vi subir una pequeña pandilla de cuatro niños: Pedro, Juan, María y Tomás. Pregunté:
-¿Qué pasa?
-¡Los franceses!, ¡Los franceses!. Están pegando cañonazos contra el pueblo.
-Corramos hacia la colina, allí estaremos seguros.
Una vez allí nos tumbamos observando el pueblo y sus alrededores.
-¡Qué bonito es Bailén!
De repente todo el ejército se movilizó hasta allí y los niños tuvieron que correr. Allí se enfrentaron unos 1000 franceses contra 800 españoles. Los dos ejércitos empezaron a disparar a diestro y siniestro. Pedro dijo:
-¡Han disparado a Reding, han disparado a Reding!.
Fueron a pedir ayuda al pueblo. Un aldeano fue a socorrer a Reding. Reding se reincorporó y en agradecimiento nos regaló su machete. Salimos corriendo asustados por los disparos. Llegaron a casa de Pedro. Su madre le preguntó por el chico nuevo.
-Mamá este niño es Paco, nos lo hemos encontrado por la calle y nos hemos hecho amigos de él.
De repente, Paco se cayó y... ¡Ah, ah!. Paco aparecía despierto en la cama de su casa con el libro de la batalla encima de su cabeza.
-¡Sólo ha sido un sueño! Pero me pregunto si la verdadera historia fue así.
AUTOR: Andrés Merino Moreno 4º C

PRIMER PREMIO 4º -CONCURSO DE REDACCIÓN-

Era el martes 19 de julio cuando comenzó la Batalla de Bailén. De repente, yo también formaba parte del ejército español. Reconocí a algunos famosos que salían en mi libro como por ejemplo el General Castaños, Napoleón... Pero ¿Cómo había sucedido?
Me encontraba en la casa de Postas acompañada de algunas campesinas que se encargaban de curar a los heridos. De repente vi a unos niños admirando aquella batalla ¿Quiénes serían? Pues eran los mismísimos hijos del General Castaños.
Esquivando mil balas me reuní con ellos. Pero los niños no estábamos a salvo allí abajo, así que subimos a una colina en la que no hubiera peligro. Había mucha tensión por mi parte pues no había terminado el libro y no sabía si íbamos a ganarla o perderla. Intentamos ayudar a los soldados pero nos lo negaron.
-Si no nos dejan participar en la batalla podemos ayudar a las campesinas a curar a los heridos- dijo el hermano mayor.
-Has tenido una grandiosa idea- dije.
Así que nos pusimos manos a la obra; en esto sí nos dejaron ayudar.
Pasé mucho miedo, pero al final los españoles ganaron la batalla y los franceses se fueron con furia por haber perdido.
Todos lo celebramos con muchísima alegría. De repente estaba de nuevo en mi habitación, eran las 04:30 AM. ¿Habrá sido un sueño?- pensé. Me volví a dormir pues mañana mi clase y yo visitaríamos el museo de Miniaturas de la Batalla de Bailén.
¿Sabéis lo que ocurrió cuando llegamos al museo? En la recreación de la batalla estábamos los hijos del General Castaños y yo ayudando a cuidar a los heridos, a las campesinas.
Y ahora tengo una pregunta sin respuesta:
¿Habrá sido un sueño o habré ido a presenciar la batalla en persona?
AUTORA: Noelia Pérez Cámara 4º A